BUENAS PRÁCTICAS EN LA IMPLANTACIÓN Y MANEJO DEL VIÑEDO

IMPLANTACIÓN DEL VIÑEDO:
  • Evitar un excesivo vigor, altos rendimientos, racimos compactados y bayas muy grandes que puedan comportar riesgos de roturas, provocando plagas y enfermedades y en definitiva pérdida de calidad.
  • Implantación del viñedo en zonas aireadas y con una correcta orientación.
  • diseño de parcelas con una disposición de plantación y arquitectura de vegetación adecuada para favorecer las operaciones culturales (pase de maquinaria, maniobrabilidad...) y la correcta maduración de la uva.
ELIMINACIÓN DEL MATERIAL VEGETAL:
  • Escoger dentro de las variedades permitidas las menos sensibles al desarrollo de hongos.
  • Utilizar material vegetal sano y certificado.
  • Escoger los clones mejor adaptados al medio.
  • Implantar parcelas homogéneas para facilitar las operaciones del cultivo.
TÉCNICAS DE CULTIVO:
  • Evitar realizar técnicas de cultivo que favorezcan los excesos de vigor. En particular se tiene que realizar una aportación muy controlada del abono nitrogenado.
  • Favorecer la correcta exposición de los racimos, evitando el exceso de hojas en esa zona.
  • Realizar el deshojado de la zona de los racimos, permitiendo airear al máximo los racimos.
PROTECCIÓN FITOSANITARIA: 
  • Prevenir la aparición de enfermedades, insectos, fitotoxicidades y quemaduras de sol que puedan dar lugar a lesiones en las bayas y alteraciones en los hollejos.
  • Aplicar estrategias de protección fitosanitaria con la finalidad de asegurar el control de enfermedades criptogámicas (hongos) peligrosas para la integridad de la uva.
  • Las estrategias de protección se tienen que realizar de forma que cubran todo el proceso de maduración, respetando los plazos de seguridad de los productos fitosanitarios.


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